No, no hace falta tener más de una docena de productos para poder evitar esos rujidos y chasquidos que nos pueden volver locos en lo que podria haber sido una magnifica mañana de ruta. Sabes que una bici rigida tiene entre 30 y 40 ejes de giro entre frenos, desviadores etc.
La cosa se complica en una doble suspensión, y más si los pivotes son de casquillos de fricción que son más susceptibles a la entrada de suciedad y a provocar música indeseada.
Pues con menos de la mitad de productos podremos realizar todo el engrasado de nuestra bici:
1. Un bote aceite en spray con Teflón
2. Aceite especial para la cadena
3.Grasa especial para rodamientos como los bujes y la dirección
4. Grasa con Teflón para lubricar los pivotes de la suspensión.
5. Una cubeta para la limpieza de pequeñas piezas como la cadena.
Después de cada lavado, un engrase externo en los puntos estratégicos y ya tenemos la batalla encaminada a la victoria, como pueden ser la cadena, los muelles de los pedales o las articulaciones de los cambios. Estos puntos debemos hacerlos siempre, pues de no ser así el déficit de aceite derivará rápidamente en ruidos e imprecisiones en los mecanismos.